Cagadas de gaviotas (sálvese quien pueda)

El PP y su electorado dócil criticaban al PSOE porque lo estaba "haciendo mal", sin embargo el PP, que va a aplicar mayores ajustes y recortes, es aplaudido por su electorado, ¿en qué quedamos? Yo no soy economista —eso se ve a la legua— ni pretendo serlo, sencillamente soy una persona que observa, analiza y reflexiona sobre la realidad, y la realidad observada es que actualmente existe un mayor número de economistas en contra de las políticas de ajustes en Europa que de economistas a favor, sin embargo este dato nunca sale por los medios de comunicación-manipulación. Todos los recortes... sociales, laborales y en derechos ciudadanos en general, van encaminados para abaratar el despido —o hacerlo libre totalmente— y para abaratar los salarios y convertir a Europa en un continente atractivo para los empresarios, es decir, para la explotación laboral.
El capitalismo está mutando: hemos pasado de una Europa unida por la economía y el mercado —con datos maquillados por los países y con una economía totalmente alejada de la realidad— a una Europa unida por los mercados financieros y los bancos. La principal diferencia entre hace unos años y la actualidad es que antes los bancos gobernaban desde las sombras y actualmente lo hacen a cara descubierta, sin ningún tipo de complejos, y les da igual que pongan en peligro a la Democracia. Merkel y Sarkozy —a las órdenes de los bancos— dirán a Rajoy —también la CEOE dará instrucciones a Rajoy— cuál es la hoja de ruta a seguir. Todos los recortes que Rajoy y el PP quieren llevar a cabo los van a realizar en la administración pública y en servicios públicos —es curioso, recordemos que esta crisis se originó en el sector privado, no en el público—. Estas medidas, lejos de los resultados esperados, provocarán mayor desempleo y/o empleo precario, además de un fuerte retroceso del consumo interno. Lo han advertido numerosos economistas, entre ellos un premio Nobel. El IV Reich sigue avanzando laureado entre vítores ultraconservadores y neoliberales.

José Ángel Gallardo